Mira hacia el oro y la plata, activos tangibles que han sido el legado de una civilización milenaria, descansando firmemente en las bóvedas de los bancos centrales de todos los países. Y mira el mundo de las criptomonedas, donde las subidas y bajadas pueden duplicarse, y un cambio en la opinión pública puede cambiarlo todo. En cuanto a la profundidad del mercado y la estabilidad del consenso, todavía estamos muy lejos. A veces realmente siento que el mundo de las criptomonedas parece actuar como arte performático, mientras que el mercado de metales preciosos ya es un veterano que ha visto de todo en los mares y ríos.