Los datos recientes sobre las ganancias de las empresas industriales son un poco duros. En noviembre, cayeron un 13.1% en comparación con el año anterior, la peor caída en 14 meses, peor que en octubre. ¿Cuál es la causa? La exportación en realidad todavía va bien, superando las expectativas, pero el problema radica en que la demanda interna es demasiado débil. Los precios de salida de los productos industriales no logran subir, y el margen bruto de las empresas se ve continuamente comprimido.

Desde la perspectiva sectorial, las diferencias son enormes. La industria automotriz y la manufactura de alta tecnología aún pueden mantener el crecimiento, lo que indica que las nuevas áreas y las direcciones de actualización todavía tienen vitalidad. Pero las industrias tradicionales están en una situación terrible: las ganancias de sectores veteranos como el carbón han caído significativamente, con exceso de capacidad, competencia feroz y pérdida de poder de fijación de precios, estos viejos problemas vuelven a salir a la superficie.

A nivel de políticas, por el momento no se han visto nuevas medidas de estímulo. En esta situación difícil, el mercado está en espera, y las empresas también están esperando. La buena noticia es que la diferenciación estructural es evidente: las industrias tecnológicas y de actualización todavía tienen vitalidad, lo que indica que la transformación económica no se ha detenido, solo que el período de dolor es realmente algo largo.