Hace más de una década que entré en este mundo, he sido testigo de la burbuja de ICO, la ola DeFi, la fiebre NFT, y también he probado la experiencia de 312 y LUNA. La sensación más profunda se resume en una sola frase: jugar con estrategias obsoletas en juegos nuevos solo conduce a ser eliminado implacablemente por el mercado.

¿Recuerdas esos tiempos de 2017? Cualquier altcoin podía duplicar su valor, un whitepaper y un sitio web eran suficientes para que los inversores minoristas siguieran locamente la tendencia. Aquellos días de "solo hay que subir a bordo y ganar" ya no volverán.

**El mercado ha cambiado por completo**

Antes, los minoristas tenían la última palabra; ahora, el capital institucional domina todo. Se han invertido cientos de miles de millones de dólares en ETFs de Bitcoin spot, Hong Kong no se queda atrás, ha aprobado varias plataformas de comercio de activos virtuales y también ha lanzado ETFs de Bitcoin y Ethereum. Lo más importante es que el gobierno de EE. UU. ha abierto cuentas de jubilación para invertir en activos criptográficos, lo que significa que también los fondos de pensiones a largo plazo están empezando a asignar a Bitcoin.

Imagina el significado de este punto de inflexión: Bitcoin ha pasado de ser un activo especulativo a convertirse en una herramienta de inversión formal.

**La volatilidad está disminuyendo**

El cambio estructural más directo que trae esto es que la era de subidas y bajadas extremas, de locura, está llegando a su fin. El mercado se está volviendo más racional y más estable. Es probable que ya no veamos historias de personas que se hacen ricas apostando todo en una sola jugada.