La pregunta que más me han hecho últimamente es: "Vietnam ha legalizado las criptomonedas, ¿ahora es momento de apostar fuerte?" Cada vez que surge una decisión tan drástica, quiero recordarles un detalle: esta operación en Vietnam no es tan simple como parece.

Primero, veamos por qué Vietnam ha reconocido la legalidad de los activos criptográficos ahora. La razón aparente son dos: una, atraer inversión extranjera. La economía vietnamita ha tenido un buen crecimiento en los últimos años, pero la atracción de la manufactura tradicional ya ha llegado a su punto máximo, y las criptomonedas, como sector de alto crecimiento, pueden atraer fondos y talento; dos, activar la economía digital local. Vietnam tiene una población joven elevada, por lo que su aceptación de activos digitales ya es fuerte, y reconocer su legalidad puede impulsar nuevas industrias como NFT y juegos basados en blockchain.

Pero aquí hay un detalle operativo que vale la pena destacar: Vietnam prohíbe explícitamente usar criptomonedas como medio de pago. ¿Por qué? En 2022, El Salvador convirtió el Bitcoin en moneda de curso legal, y eso casi colapsó el sistema financiero del país por la volatilidad del tipo de cambio. Vietnam seguramente aprendió esa lección. Si las criptomonedas reemplazan la circulación de la moneda local, la volatilidad del mercado puede impactar directamente en la estabilidad financiera, y el riesgo de inflación puede descontrolarse.

Por eso, la lógica de Vietnam es bastante clara: tratar las criptomonedas como activos de inversión, no como moneda de circulación. Así, pueden beneficiarse del crecimiento del sector y, al mismo tiempo, mantener los riesgos estrictamente en el ámbito de la inversión. No es una cuestión de benevolencia, sino de cálculo preciso.