2025 marcó un punto de inflexión para la entrada de dinero institucional en los mercados de criptomonedas. El año vio cómo la adopción de criptoactivos se aceleró en múltiples frentes: los ETFs al contado ganaron tracción en el mainstream, las plataformas de finanzas tradicionales expandieron los canales de acceso minorista y la integración de stablecoins se volvió cada vez más común. Estos desarrollos reflejan la maduración de la infraestructura y los marcos de trabajo de grado institucional que ahora sustentan el ecosistema de activos digitales. La convergencia de claridad regulatoria, fiabilidad tecnológica y apetito institucional ha transformado la forma en que las finanzas tradicionales interactúan con los activos basados en blockchain, señalando un cambio de escepticismo a una integración pragmática en todos los ámbitos.