ZEC esta temporada ha sido bastante interesante: después de esa rápida subida, fue bajando nuevamente, y la atención del mercado ciertamente ha disminuido. Lo más optimista es que su tendencia ya se está sincronizando con las principales criptomonedas, dejando atrás ese ritmo de resistencia a la tendencia del mercado, lo cual es un punto a favor para su desarrollo futuro.

Desde el aspecto técnico, si puede mantener el soporte durante esta fase de consolidación, y si las instituciones realmente entran en fases, todavía hay oportunidad de volver a alcanzar los 750. Pero siempre y cuando no venga otra oleada de caída.

Hablando sinceramente, lo que más preocupa de ZEC es en realidad la incertidumbre legal. Si esa restricción no se resuelve pronto, siempre existirá la posibilidad de cambios en las políticas.

En cuanto a quienes hablan de llegar a 1000 o incluso a 10000, en el corto plazo no es muy realista. Es poco probable que se convierta en un activo superlativo como Bitcoin. Sin embargo, desde la perspectiva de escasez y protección de la privacidad, ZEC sigue siendo atractivo. La clave es esperar a que aparezca ese verdadero punto de ruptura.