A finales de año y principios de año, el mercado entra en un período típicamente mediocre. La tendencia carece de un nuevo relato que la respalde, y el flujo de fondos se vuelve cauteloso — todos han perdido el entusiasmo.

Esta etapa puede llamarse "mercado de baja dopamina". Los inversores mantienen una actitud conservadora, y el capital prefiere oportunidades con riesgos controlados y alta certeza. El resultado es que la rotación de las altcoins se acelera. Un concepto no dura más que unos días antes de ser olvidado, y la próxima ola de tendencias llega rápidamente. El ciclo de vida de los relatos se acorta enormemente.

Más realista aún: nadie quiere ser un holder a largo plazo. Todos buscan la certeza de ganancias a corto plazo, en lugar de confiar en el potencial futuro de un proyecto. En este entorno de mercado, los proyectos que logren sobrevivir deben tener una sólida capacidad real, y solo contar con buenas historias ya no es suficiente. Para quienes están emprendiendo, esto representa tanto un desafío como una oportunidad.