Desde el punto de vista macroeconómico, el ajuste de dos meses que comenzó a mediados de octubre ya ha proporcionado al mercado un período de sedimentación suficiente. La diferencia entre el mercado de metales preciosos, oro y plata, está acumulando una gran brecha emocional, lo que suele indicar una confirmación de la dirección a gran escala. Lo más interesante es que la matriz de Grayscale vendió locamente acciones hace un tiempo y acumuló 2,000 millones de dólares en efectivo para pagar intereses, lo que en realidad es una forma de resolver de manera indirecta el riesgo de presión de venta posterior — esta jugada fue muy profunda.

La situación de los eventos también está en sintonía. Algunos actores clave en la industria de las criptomonedas han comenzado recientemente a reconfigurar sus posiciones en BTC, algo poco común en períodos de mercado bajista.

Combinando las expectativas de la política de liquidez de la Reserva Federal, la tendencia macro ya es bastante evidente. Mirando también el aspecto técnico, las velas en el gráfico ya han formado una estructura de fondo. La tríada de tiempo + espacio + política se ha establecido, y la subida de BTC y ETH en esta ola debería ser un hecho seguro.