Esos momentos de caos en las velas suelen ser cuando los traders pierden más dinero. A lo largo de estos años, he visto a demasiadas personas volcarse en el mercado de activos digitales; sus pérdidas generalmente no se deben a una mala lectura de la dirección, sino a perderse en las palabras "no puedo resistirme".

Aún no ha emergido una forma clara, las señales son confusas, y sin embargo, la gente se apresura a hacer órdenes, temerosa de perderse la tendencia. ¿Y el resultado? El mercado les da una bofetada sonora. Yo mismo he cometido ese error y, posteriormente, resumí en ocho palabras: Cuando las líneas están desordenadas, no mires; cuando las formaciones están dispersas, no compres. Esto se ha convertido en mi modo de supervivencia en el trading de activos digitales.

**¿Por qué la mayoría de las personas caen en trampas en medio del caos?**

Imagina un escenario como el de Bitcoin: medias móviles que se entrelazan frecuentemente, el precio saltando dentro de un rango sin una dirección clara. Los picos y valles son un desastre, los soportes y resistencias no sirven de nada, y no puedes distinguir en qué momento entrar o detenerte.

Operar en este tipo de mercado es como disparar en la niebla. Todo depende de la suerte, fallar el tiro es lo habitual.

Verás que este tipo de mercado tiene una característica evidente: la estructura de las velas carece de sentido de dirección, el precio vuela como una mosca sin cabeza. Crees haber encontrado un soporte, pero en un instante lo atraviesan; identificas una resistencia, y en un parpadeo la rompen.

Me tomó mucho tiempo entender que hay mercados que realmente no se pueden entender—y reconocer esto mismo es la sabiduría más valiosa en el trading. La diferencia entre muchos expertos radica en que saben exactamente cuándo deben actuar y cuándo deben mantenerse al margen. Esa autocontrol en sí misma es una gran ventaja competitiva.