Estos días, al organizar mis ideas, de repente me di cuenta de que los activos también están claramente en proceso de cambio.

Bitcoin, casas, Moutai, ya se parecen cada vez más a los anclajes de seguridad de la generación anterior, centrados en la acumulación. Y las nuevas incrementales están yendo hacia materias primas físicas. La voluntad de tener hijos sigue disminuyendo, las necesidades humanas en sí mismas se están reduciendo, pero otra tendencia se está acelerando: los robots están entrando en la fase de producción en masa.

Las máquinas no necesitan emociones, pero sí necesitan cuerpos. Oro, plata, cobre, hierro, silicio, estos componentes que conforman la "carcasa" son realmente necesidades básicas. La demanda no es una historia, sino una cantidad de ingeniería. Y precisamente por eso, la tendencia de los precios de estas materias primas se está fortaleciendo cada vez más.

Esto no es una cuestión de sentimentalismo, sino un cambio estructural. La lógica de los activos está pasando de ser "para humanos" a ser "para máquinas".