La próxima iteración técnica de Ethereum está a punto de cambiar toda la lógica operativa del ecosistema. El plan de bifurcación Glamsterdam se implementará oficialmente en 2026, lo que significa que Ethereum pasará de un procesamiento en un solo hilo a una verdadera era de cálculo paralelo.

El cambio más evidente está en la capacidad de procesamiento. Actualmente, el límite de Gas se mantiene en 60 millones, y tras la actualización se disparará a 200 millones; esto no es solo un aumento numérico, sino un salto cualitativo en la capacidad de la arquitectura subyacente. Para entenderlo mejor: Ethereum solía ser como una autopista de un solo carril, donde cada transacción tenía que hacer fila; tras la actualización, será como una autopista de diez carriles o más, con capacidad de procesamiento concurrente de transacciones al máximo.

¿Y qué impacto práctico tiene este cambio en el ecosistema? Primero, la experiencia del usuario. La mejora en TPS permitirá que las interacciones en la cadena sean tan fluidas como en aplicaciones Web2, y ya no será necesario esperar tres o cinco minutos por una transferencia. En segundo lugar, se rompe el techo de innovación para las aplicaciones, los desarrolladores de DApps ya no tendrán que comprometerse repetidamente por limitaciones de rendimiento, y podrán dar rienda suelta a su imaginación.

Desde el entorno externo, el momento también es muy oportuno. El gobierno de Dubái ya ha anunciado oficialmente que acepta pagos en ETH, PayPal está integrando completamente el ecosistema de activos criptográficos, y hay rumores de que la stablecoin en euros podría optar por anclarse en Ethereum. Varios estados de EE. UU. también están promoviendo políticas fiscales favorables relacionadas. Todo apunta en la misma dirección: una cadena pública de nivel mundial que finalmente cuenta con una capacidad real de carga para aplicaciones.

2026 no está tan lejos. Para quienes siguen el desarrollo del ecosistema, ahora es un momento clave para posicionarse. Independientemente de cómo veas esta actualización, al menos reflexiona: cuando realmente se rompen los límites tecnológicos, ¿hasta dónde puede llegar Ethereum?