A medida que diciembre se acerca a su fin, el rendimiento del índice del dólar (DXY) durante todo el año ha sido bastante pobre: una caída acumulada cercana al 10%. Muchas instituciones y medios de comunicación han dicho que este es uno de los peores desempeños de este año, e incluso podría ser la tendencia anual más débil desde 2003.

¿Pero qué le pasa realmente al dólar? Analicemos algunas líneas principales:

**Primero, la "jugada de precios" de las expectativas de recorte de tasas ya ha terminado**

El mercado ya ha digerido las expectativas de recorte de tasas, y ahora lo que realmente importa es: ¿seguirá bajando en 2026 y cuánto será la reducción? Los operadores ya se están preparando para un 2026 con políticas más acomodaticias, lo que ha presionado a la baja la valoración del dólar. Cada acción real de la Reserva Federal ya no es tan relevante.

**Segundo, la incertidumbre en políticas y comercio está matando la valoración**

Las políticas arancelarias y comerciales internas de EE. UU. aún no están resueltas, lo que reduce el atractivo del dólar. Los consumidores también empiezan a preocuparse por la inflación y la presión arancelaria, lo que a su vez afecta la preferencia por el riesgo en el mercado, y el halo de "activo refugio" del dólar también se está desvaneciendo.

**Tercero, los "puntos débiles" de las finanzas públicas de EE. UU. y el impacto a largo plazo de la desdolarización**

El déficit fiscal de 2025 alcanza los 1.8 billones de dólares, y aunque los aranceles puedan recaudar más dinero, no son suficientes para llenar ese agujero. Un problema aún más profundo es que los bancos centrales globales ahora prefieren asignar oro en lugar de acumular activos en dólares, rompiendo el consenso de "solo dólares", lo cual a largo plazo no favorece al dólar.

**¿Qué puede aprender el mundo cripto de la tendencia del oro?**

El oro ha alcanzado máximos históricos varias veces este año, impulsado por las expectativas de recorte de tasas, la demanda de refugio, las compras continuas de los bancos centrales y la debilidad del dólar. Esta lógica refuerza la narrativa de "contra la devaluación de las monedas fiduciarias y cobertura contra la incertidumbre", que es precisamente la razón principal por la que los activos criptográficos siguen siendo vistos con optimismo a largo plazo.