La vieja "enfermedad de las políticas" del mercado financiero tradicional está convirtiéndose en la mejor oportunidad para que el mercado de criptomonedas tome la delantera en la curva.

Hablando de eso, Trump, al ver la actitud fría de Wall Street ante los datos del PIB, directamente atacó en las redes sociales: "¿Estos tipos están locos? ¡Toman las buenas noticias como malas noticias!" Detrás de esta queja, en realidad, se tocaba la parte más dolorosa del mercado financiero tradicional.

El Departamento de Comercio de EE. UU. anunció que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre alcanzó un 4.3% anualizado, mucho más alto que el 3.2% esperado por el mercado. En teoría, estos datos deberían haber provocado una explosión en el mercado, ¿pero qué pasó? Las acciones cayeron, e incluso Bitcoin rompió los 90,000 dólares. Esta extraña situación de "buenas noticias como malas noticias" revela, en definitiva, una dependencia excesiva del mercado financiero tradicional en las políticas.

**Reasignación del poder de la Reserva Federal**

La transformación de la Reserva Federal por parte de Trump ha ido mucho más allá de lo que la mayoría imaginaba inicialmente. No se trata solo de cambios en el personal, sino de una redefinición del mapa de poder en el sistema monetario de EE. UU.

En agosto de 2025, Trump despidió a la directora de la Reserva Federal, Lisa Cook, bajo el pretexto de "fraude hipotecario", estableciendo un récord de 111 años en que un presidente destituye a un miembro de la Fed. Este movimiento fue ampliamente visto como una presión política, con el objetivo de reforzar el control sobre la política monetaria mediante advertencias.

Lo más importante es que el equipo de Trump está trasladando paso a paso el poder monetario del control de la Reserva Federal al Departamento del Tesoro. Joseph Wang, ex jefe de operaciones en la Reserva Federal de Nueva York, advirtió: "El mercado subestimó gravemente la determinación de Trump de controlar la Fed, y este cambio podría llevar al mercado a una situación sin precedentes."

En este contexto de reestructuración del poder, los mercados financieros tradicionales, que dependen de las señales políticas, se volverán cada vez más inestables, mientras que activos como Bitcoin, que no están sujetos a una política única, se convierten en una opción más estable.