A las dos de la madrugada, la alarma de la SMS de stop-loss volvió a sonar. Al ver cómo cambiaban los números en la cuenta, esta ya es la tercera lección profunda que aprendo en el mercado de criptomonedas.

Hace tres años entré en el mundo de los contratos con mucha ilusión, en ese entonces solo pensaba en "usar apalancamiento para cambiar mi vida". La realidad me dio una bofetada: en la primera liquidación perdí directamente medio año de salario. Lo más doloroso fue que, aunque sabía que debía cortar pérdidas, siempre pensaba "esperaré un poco más, volveré a estar en positivo".

Ahora finalmente he entendido una cosa: en el trading de contratos no hay secretos, solo se trata de sobrevivir más que los demás. Los que ganan dinero no dependen tanto de tener una predicción infalible, sino de gestionar el capital de manera más agresiva.

**Primero: Cuando esté bien, cierra, no te dejes cegar por las velas**

El error más común de los novatos es tratar una posición como si fuera un compañero de toda la vida. Compras y te aferras, piensas que un aumento del 10% es solo un aperitivo, y cuando sube un 20% ya sueñas con duplicar. Pero a menudo, una corrección rápida convierte las ganancias en pérdidas en un abrir y cerrar de ojos, con una velocidad que da miedo.

Mi método ahora es muy directo: cuando la subida alcanza el 10%, empiezo a prestar atención, y en cuanto el precio vuelve a acercarse a mi coste, actúo rápidamente. Cuando llega al 20%, primero aseguro la mitad de las ganancias. Lo que quede, aunque siga subiendo, no me arrepentiré de haber vendido demasiado pronto — las ganancias ya son una victoria.

El contrato en sí es solo una herramienta; las grandes instituciones lo usan para cubrir riesgos, pero nosotros a menudo lo usamos como un juego de azar. Esa mentalidad está completamente equivocada.

**Segundo: Hay que respetar la línea de pérdida del 15%**

El año pasado tuve un traspié con una criptomoneda popular: inicialmente perdí un 10%, pero aguanté hasta perder un 30%. ¿Para qué? Solo por una ilusión de "rebote". ¿El resultado? La oportunidad de recuperar fondos se volvió muy remota, y también perdí la oportunidad de cambiar de posición.

Ahora las reglas son muy simples: si la pérdida llega al 15%, corto inmediatamente, sin mirar, sin pensar, sin arrepentirme. Si realmente hay un rebote, la próxima tendencia llegará, y las oportunidades valen mucho más que la apariencia de la cuenta.