Justo cuando entré en el mundo, también me engañaron con muchas monedas sin valor. No me importaba nada, escuchaba a otros decir que un proyecto tenía potencial y simplemente invertía sin pensarlo, ni siquiera había leído el whitepaper, mucho menos investigaba el equipo detrás. Como se puede imaginar, el resultado fue que, en pocos días, los responsables del proyecto desaparecieron con el dinero, y mi cuenta solo tenía una cadena de tokens en ceros.

Después de esa lección, empecé a pensar en cómo identificar rápidamente los proyectos prometedores. No se trata de análisis complejos que tarden una semana en decidir, sino de un conjunto de criterios simples y directos. Ahora, evalúo un proyecto con estas tres reglas, y en 3 segundos puedo decidir si vale la pena seguir investigando.

**Primera regla: El whitepaper debe explicar claramente "qué problema resuelve"**

Los whitepapers de proyectos basura suelen llenarse de conceptos vacíos —como metaverso, innovación en descentralización, futuro de Web3… Suena impresionante, pero si preguntas qué problema concreto resuelve, empiezan a esquivar. Este tipo de proyectos se descartan de inmediato, en su mayoría son para estafar. Por otro lado, los proyectos confiables, aunque su whitepaper puede ser menos llamativo, explican claramente los puntos dolorosos: cuál es el problema actual, qué método usan para resolverlo y por qué esa solución funciona.

**Segunda regla: El equipo principal debe ser verificable y real**

¿Se atreven a mostrar su verdadera identidad? Esa es la prueba de confianza más directa. Un equipo serio publicará los currículums de los miembros clave, su experiencia en proyectos anteriores, su reputación en la industria, y estará dispuesto a ser supervisado por el mercado. ¿Un equipo escondido tras un alias? Es casi seguro que no es confiable, la duda es si planean huir con el dinero o hacer una estafa y desaparecer después.

**Tercera regla: El código debe estar abierto en GitHub**

Ser de código abierto significa transparencia. Cualquier persona puede revisar el código, buscar vulnerabilidades evidentes, puertas traseras o mecanismos de rug pull. Si un proyecto no muestra su código y lo mantiene en secreto, no hay mucho que decir.

Aplicando estas tres reglas, la evaluación es muy rápida. Con los años, esto me ha ayudado a evitar más de diez estafas. En las inversiones en Web3, en lugar de gastar mucho en ganar dinero, es mejor dedicar tiempo a evitar riesgos —cada vez que evitas una estafa, es como perder menos dinero.