El dólar estadounidense en 2025 ha caído bastante. El índice del dólar Bloomberg ha bajado casi un 9% en todo el año, la peor cifra desde 2017, descendiendo desde su pico de 110 a principios de año, con una caída del 10.8% en la primera mitad del año, estableciendo un récord de peor rendimiento en el mismo período desde 1973. La cuestión es que, en el mercado de opciones, todavía hay señales de advertencia — lo que sugiere que en 2026 el dólar podría enfrentar otra ronda aún más dura.

La causa fundamental es bastante clara: la divergencia en las políticas de los bancos centrales. La Reserva Federal ha reducido las tasas de interés tres veces en 2025, y la tasa de fondos federales ahora se sitúa en un rango de 3.50%-3.75%. El mercado espera que en 2026 se reduzca en otros 25 puntos básicos. En contraste, el Banco Central Europeo mantiene una postura inalterada y el Banco de Japón continúa con un aumento cauteloso de tasas, lo que ha llevado a que la diferencia de rendimiento del dólar se estreche cada vez más, reduciendo su atractivo. Además, el déficit fiscal de EE. UU. es alto y la calificación de crédito soberano ha sido rebajada, lo que ha llevado a los bancos centrales mundiales a reducir sus reservas en dólares, alcanzando un mínimo en 30 años. La hegemonía del dólar se está debilitando.

El sentimiento de venta en corto en el mercado de opciones ya ha llegado a su nivel máximo. El indicador de reversión de riesgo a un año ha caído a -27 puntos básicos, el nivel más pesimista registrado desde 2011. Los traders especulativos comenzaron a vender en corto colectivamente después de octubre, utilizando el euro y el dólar australiano como instrumentos de cobertura. Desde la prima en los mercados de derivados, todos están pagando primas para protegerse contra una caída del dólar en el futuro, lo que indica que el mercado realmente está muy preocupado.

De cara a 2026, casi todas las instituciones financieras predicen una caída adicional del dólar. Más de seis grandes bancos de inversión pronostican que el índice del dólar caerá un 3% más a finales de año, e incluso Deutsche Bank ha declarado que la tendencia alcista a largo plazo del dólar está prácticamente terminada. Aunque bancos como Citigroup confían en la resiliencia de la economía estadounidense, la valoración actual del dólar sigue en niveles históricos altos, y la recuperación económica en otras regiones del mundo continuará erosionando la ventaja de crecimiento de EE. UU. Además, los bancos centrales de varios países siguen acumulando oro a niveles récord, lo que también desvia la demanda de activos en dólares.

Desde el comercio de divisas hasta la asignación global de activos, la cadena de reacciones provocadas por la caída del dólar ya está en marcha. En 2026, esta ola de caída, impulsada por la divergencia en políticas, burbujas de valoración y la pérdida de la posición de moneda de reserva, podría volver a reconfigurar el panorama financiero global.