Tokio acaba de presenciar algo insólito en el mercado de bonos.

El rendimiento del bono gubernamental japonés a 30 años se disparó hoy hasta el 3,41%. ¿Por qué es importante? Porque está señalando un cambio masivo en los flujos de capital globales.

Esto es lo que está ocurriendo: cuando los rendimientos se disparan así, significa que los inversores exigen mayores retornos para mantener la deuda japonesa. Esto no había sucedido en décadas. ¿Las repercusiones? Potencialmente enormes.

Piénsalo: Japón ha sido el cajero automático del mundo para dinero barato. Los tipos ultrabajos permitían a las instituciones pedir prestado yenes a coste casi cero e invertir en otros lugares. Ese trade se está deshaciendo rápidamente.

Lo que viene a continuación podría transformar todo, desde los mercados de divisas hasta los activos de riesgo. Incluido el cripto.

El viejo manual puede que ya no funcione.