Los republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. confirman oficialmente que la “Operación Choke Point 2.0” tiene como objetivo a Bitcoin y a las empresas de criptomonedas.

[Los republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. confirman oficialmente que la “Operation Choke Point 2.0” tiene como objetivo a Bitcoin y a las empresas de criptomonedas] Los republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. han confirmado oficialmente que la “Operation Choke Point 2.0” está dirigida contra Bitcoin y las empresas de criptomonedas, a pesar de que varios resultados de investigaciones ya eran conocidos anteriormente —por ejemplo, que la Reserva Federal (Fed), la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) han presionado informalmente a los bancos para que se mantengan alejados del sector de las criptomonedas, y que la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) ha adoptado una estrategia de “actuar antes de legislar”—, ahora este informe ha incluido oficialmente estos hechos en el registro del Congreso.

El informe señala que al menos 30 entidades han sido efectivamente “desbancarizadas” a través de orientaciones regulatorias informales y presiones regulatorias. El comité afirma que estas empresas han sido expulsadas forzosamente del sistema bancario estadounidense sin que se hayan iniciado acciones formales de cumplimiento en su contra.

Según el informe, el gobierno ha impuesto restricciones a la industria de las criptomonedas mediante coacción, acciones de cumplimiento sesgadas y presiones privadas, negándose en todo momento a proporcionar normas regulatorias claras.

El documento muestra que la Reserva Federal, la FDIC y la OCC han utilizado una serie de estrategias para influir en el comportamiento de los bancos, incluidas el envío de “cartas de no objeción”, “cartas de suspensión” y otras formas de orientación informal, con el objetivo de que los bancos se muestren reacios a relacionarse con empresas de criptomonedas.

Mientras tanto, la SEC ha sido acusada de adoptar una política de “actuar antes de legislar”, sin establecer un marco regulatorio claro y restringiendo las actividades relacionadas con activos digitales mediante acciones de cumplimiento selectivas.