El año pasado por estas fechas, Rayls Labs anunció que quería trasladar grandes volúmenes de activos bancarios directamente a la blockchain; en aquel momento, sonaba como ciencia ficción lejana. Hay que tener en cuenta que esto implicaba mover el stock de activos del sistema financiero tradicional, valorado en billones de dólares, algo que parecía poco realista.

Pero ahora la situación es completamente diferente. Esto ha pasado de ser una idea sobre el papel a una implementación tecnológica real, y el ritmo de avance es mucho más rápido de lo que la mayoría imaginaba. Ese canal aparentemente inalcanzable entre los activos a nivel bancario y la blockchain se está abriendo poco a poco de forma sistemática. No se trata de un avance aislado de un solo proyecto, sino de la formación de todo un conjunto de infraestructuras básicas.