#比特币波动性 Algunas decisiones se sienten como arrancarse la carne.

He borrado el contacto de una trader—en tres meses, convirtió 1800 dólares en 52 000 dólares. Aquella noche, mi dedo se quedó mucho tiempo parado sobre la pantalla antes de eliminarla.

Al principio, las reglas estaban muy claras: el capital se dividía en diez partes, cada vez se arriesgaba una parte, y si se perdía, se asumía. Ella tenía prisa, decía: ¿así cuándo vamos a recuperar lo invertido, en el año del mono? Solo le respondí: en el mercado de criptomonedas, los que tienen prisa suelen caer sin hacer ruido.

La mayoría de los mensajes llegaban de madrugada. Cuando su hijo dormía, ella abría la interfaz de trading; durante el periodo en que subió de 1800 a 8300, se notaba que su estado mejoraba. Hasta que un día me preguntó: “¿Ya le he pillado el truco?”. Supe entonces que algo iba a salir mal.

La vez que apostó todo a una altcoin, dijo: “Si sale bien, cambio de casa”. 48 horas después, la cuenta había perdido un 40%. Le pregunté por qué no ejecutó el stop loss. Silencio. Luego dijo: “Siempre pienso que esta vez será diferente”.

Al final le envié un mensaje: No pierdes por tu análisis del mercado, sino por esa idea de “esta vez será diferente”. En este mercado, los que sobreviven no son los que mejor analizan, sino los que saben cuándo deben tener miedo.

Eso es lo más paradójico del trading con criptomonedas: subir de 1800 a 50 000 dólares depende de la técnica y la suerte; mantener esos 50 000 sin volver a cero, es una prueba de carácter. $BTC $ETH