Para muchos, el primer contacto con esta cadena transmite una sensación inmediata: fluidez.

No es ese tipo de "nueva cosa" a la que tienes que readaptarte. Las herramientas siguen siendo las mismas, los contratos también, ni siquiera necesitas cambiar de cartera. La única diferencia es: por fin no se atasca. De repente te das cuenta de que, si Ethereum no tuviera congestión, así es como debería funcionar.

Esta red de segunda capa zkEVM lanzada por ConsenSys (sí, los mismos que hacen MetaMask), en esencia, añade un "carril rápido" a Ethereum. ¿Código Solidity escrito por los desarrolladores? No tienes que cambiar ni una línea, despliegas directamente. Al finalizar, se genera una prueba de conocimiento cero muy simple y se empaqueta para devolverla a la red principal de Ethereum para la confirmación final. El trabajo se realiza en la segunda capa y la seguridad la garantiza la capa uno; una lógica sencilla y directa, pero muy práctica.

Lo más importante es que el coste de migración es prácticamente nulo. ¿Hardhat? Funciona. ¿Foundry? Sin problema. ¿MetaMask? Por supuesto. Ni siquiera necesitas reconfigurar tu entorno de desarrollo, basta con cambiar la dirección del nodo RPC y ya puedes empezar. Para muchos equipos, esto significa que migrar desde la red principal de Ethereum puede ser cuestión de medio día de trabajo: sin reescribir código, sin formar al equipo, sin preocuparse por problemas de compatibilidad.

¿Por qué los desarrolladores quieren venir aquí?
La respuesta es sencilla: es fácil y rápido.

Cuando una solución de escalado no requiere que aprendas un nuevo lenguaje, te adaptes a un nuevo ecosistema o reescribas tu código antiguo, la elección se vuelve natural. La forma definitiva de la tecnología quizá sea esa en la que ni siquiera notas que está ahí: como el aire, la usas sin darte cuenta y olvidas que existe.