Se acaba el año, y estoy pensando en tomarme unas vacaciones para cambiar de entorno y aclarar la mente.

El plan para el próximo mes está muy claro: completar el curso de gramática, y centrar toda la atención en las operaciones en cadena con Perps (contratos perpetuos).

Al revisar el libro de ganancias y pérdidas de este año, esas pocas ganancias y esas pocas pérdidas, en realidad, siguen una misma lógica: apalancamiento alto + insistir hasta el final. La lógica no es problemática, el problema está en la elección de los activos y en la sincronización del momento.

Las Perps, esa cosa, ofrecen flexibilidad en el uso del apalancamiento, pero dependen en gran medida de una evaluación precisa del ritmo del mercado. Espero que todos podamos aprovechar en serio la oportunidad en el campo de batalla de los contratos perpetuos, y en las próximas narrativas de los principales caminos en tendencia, para captar esa ola que pueda hacer que el saldo en la cuenta añada unos cuantos ceros.

Anoche, alrededor de las 10, compartí en privado una señal — los que entienden, entienden; los que no, que hagan como si no hubiera dicho nada.