Invertir en esto, la evaluación de riesgos siempre es la primera lección. El proyecto GAIB parece bastante atractivo a primera vista, pero al examinarlo más de cerca, hay tres grandes peligros que no se pueden ignorar: la autenticidad de los activos off-chain, cuándo caerá la espada de la regulación, y si la tecnología podrá cumplir con las promesas.

**La pregunta más mortal: ¿son esos activos oro y plata de verdad?**

En pocas palabras, hay una pregunta: ¿las 42,000 tarjetas de capacidad H100 de las que hablan realmente están funcionando en el centro de datos? ¿El informe de flujo de caja puede ser revisado por terceros? Si hay fraude en los activos subyacentes o sobrevaloración, todo el esquema puede colapsar en un instante.

El equipo del proyecto ha proporcionado algunas medidas de garantía: afirman que todos los activos tienen un colateral excesivo del 150%, y también están colaborando con instituciones de custodia con licencia como Hex Trust, y se están creando pruebas de reservas en tiempo real. Además, se han vinculado con entidades que ya tienen algo de renombre como SIAM AI, lo que puede añadir un poco de confianza.

Pero la pregunta clave todavía no tiene respuesta: ¿con qué frecuencia se realizan las auditorías? ¿Son lo suficientemente descentralizados los nodos de verificación de activos? ¿Se puede lograr una verificación completamente en cadena? Mientras estos detalles no estén claros, el riesgo permanecerá.

**La espada de la regulación puede caer en cualquier momento**

Dicho de manera clara, el token sAID emitido por GAIB es esencialmente un certificado de derechos de ingresos, este tipo de cosa definitivamente se clasifica como un token de seguridad. Una vez que la SEC te ponga el ojo encima y determine que has emitido valores sin registrarte, los problemas pueden ser enormes.

Su estrategia de respuesta es la siguiente: en la arquitectura, es posible que se haya creado una entidad como GAIB Ltd. para poseer activos off-chain de manera compliant, tratando de empaquetar los tokens como "herramientas de acceso a funciones del protocolo" en lugar de valores. El equipo y los negocios también se estima que están dispersos en lugares con un entorno regulatorio relativamente amigable.

Sin embargo, hay que decir que la actitud regulatoria es algo que nadie puede predecir. Especialmente en proyectos tan innovadores como este, si cambia la dirección de las políticas, cualquier cosa puede suceder.

**Tercer riesgo: nivel de ejecución técnica**

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