Recientemente, JP Morgan publicó un informe provocador que presentó un punto de vista sorprendente: las monedas estables no solo no desafiarán la posición dominante del dólar, sino que podrían convertirse en un impulso digital que consolide su posición.

Este punto de vista se basa principalmente en tres factores clave:

Primero, existe una estrecha relación entre la moneda estable y el dólar estadounidense. Actualmente, la gran mayoría de las monedas estables en el mercado están vinculadas al dólar, y los activos de reserva detrás de ellas se componen principalmente de bonos del gobierno de EE. UU. y efectivo. Esto significa que usar una moneda estable es, en esencia, equivalente a poseer activos en dólares de forma indirecta.

En segundo lugar, las monedas estables han ampliado el uso del dólar. Permiten que aquellos que no tienen cuentas bancarias tradicionales también puedan usar dólares, extendiendo la influencia del dólar a áreas que el sistema financiero tradicional tiene dificultades para cubrir.

En tercer lugar, las medidas regulatorias han reforzado aún más la relación entre la moneda estable y el dólar. Estados Unidos está promoviendo la inclusión de la moneda estable en un marco regulatorio estricto, exigiendo que sus activos de reserva sean principalmente en dólares, lo que sin duda refuerza el vínculo entre la moneda estable y el sistema del dólar.

Sobre el futuro tamaño del mercado de moneda estable, hay diferentes opiniones dentro de JPMorgan. Los optimistas predicen que el tamaño del mercado podría alcanzar los 2 billones de dólares, mientras que los conservadores creen que podría ser solo de 500 mil millones de dólares. El informe también sugiere que, si se estima un límite de 2 billones de dólares, podría haber una demanda adicional de aproximadamente 1.4 billones de dólares para 2027.

Sin embargo, la realización de esta predicción depende de dos factores clave: primero, si estas demandas representan nuevas tenencias de dólares, o si simplemente son una transferencia de depósitos bancarios; segundo, si las monedas digitales de los bancos centrales de otros países o las monedas estables en moneda local pueden representar un desafío sustancial para las monedas estables en dólares.

En general, las monedas estables están extendiendo el dominio del dólar desde el ámbito financiero tradicional hacia el mundo financiero digital. No es una amenaza para la posición del dólar, sino que podría convertirse en un nuevo escudo para el dólar en la era digital. Esta tendencia está remodelando nuestra percepción del sistema financiero global, lo cual merece ser seguido de cerca.