El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), ha difundido recientemente un comunicado a través de una cuenta monitorizada en X, anteriormente conocido como Twitter, gestionada por colaboradores, en el que responde a las dudas públicas sobre la presunta apropiación indebida de fondos y el desarrollo del proceso de quiebra de FTX. La polémica, que implica la pérdida de unos 10 000 millones de dólares en activos de clientes, supone uno de los episodios más relevantes de la historia reciente del sector cripto.

(Fuente: SBF_FTX)
SBF aseguró en su comunicado que la mayoría de los fondos de clientes no desaparecieron realmente y recalcó que prácticamente todas las reclamaciones legítimas han sido reembolsadas en su totalidad. Señaló que, antes de la entrada de los abogados concursales, FTX era solvente y disponía de los activos suficientes para pagar a todos los usuarios, manteniendo una reserva de cerca de 6,5 mil millones de dólares para reclamaciones en disputa.
Estas afirmaciones llegan en un momento decisivo de la reestructuración por quiebra de FTX y del proceso penal contra SBF. SBF ha criticado a los abogados concursales actuales por anteponer honorarios y acuerdos multimillonarios para sí mismos y para el gobierno de Estados Unidos. Esto ha provocado retrasos en las devoluciones a los usuarios. En concreto, apuntó que los acreedores chinos han conseguido recientemente una victoria legal parcial. Un juez ha rechazado la petición de los abogados concursales de retener los reembolsos a acreedores de 49 países, lo que supone un giro en favor de los intereses de los acreedores.
Un acreedor activo llamado “Will’s Tossing Notes” encabeza un grupo de acreedores chinos que exige que cada reclamante reciba la devolución que le corresponde. SBF respaldó esta postura en su comunicado, afirmando la solvencia de FTX tanto antes como después de la declaración de quiebra. Además, acusó a la actual dirección de retener fondos que podrían haber sido devueltos de inmediato.
La comunidad cripto ha rechazado la versión de SBF. El investigador blockchain ZachXBT ha revelado que SBF transfirió de forma encubierta unos 40 millones de dólares a las autoridades chinas para desbloquear las cuentas de Alameda Research, que en ese momento retenían cerca de 1 000 millones de dólares en criptomonedas congeladas.
ZachXBT, citando el análisis en cadena de @DeFiSquared, comprobó que los 40 millones estaban vinculados a carteras relacionadas con el atacante de Multichain, lo que arroja aún más dudas sobre la explicación de SBF acerca de la devolución de fondos a los usuarios.
Ante estas acusaciones, SBF respondió que una plataforma de intercambio china liquidó cerca de 1 000 millones de dólares en criptomonedas y aceptó devolver 960 millones. Insistió en que la transferencia “no fue un soborno, sino que tenía como objetivo recuperar los activos de los usuarios”. Sin embargo, ZachXBT replicó con una comparación directa: “Si alguien malversara 8 000 millones de dólares de una plataforma en Bahamas y solo devolviera una parte, ¿lo aceptaría la opinión pública?” Este debate pone de relieve las tensiones existentes sobre transparencia, confianza y responsabilidad en el caso FTX.
Incluso desde la cárcel, SBF sigue utilizando las redes sociales para moldear su imagen pública y ofrecer su versión de los hechos relacionados con FTX. Afirma que nunca intentó ocultar fondos, y acusa a los abogados concursales de tergiversar la información y ocultar la realidad. Estas declaraciones han renovado el interés por el caso FTX, destacando cuestiones pendientes en el sector cripto: transparencia en los fondos, supervisión legal y la indefinición de la responsabilidad internacional.
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Las declaraciones de SBF han servido probablemente de estrategia para su defensa, pero tanto los reguladores como el mercado siguen centrados en los hechos. Sea cual sea el desenlace, este caso se ha convertido en un referente para la industria cripto, planteando cuestiones clave sobre la confianza y los límites regulatorios. La quiebra de FTX es más que una disputa por devoluciones: representa un análisis colectivo sobre la integridad en el mercado cripto.





