MACD son las siglas de Moving Average Convergence/Divergence. El MACD se compone de tres elementos: la línea rápida (línea MACD), la línea lenta (línea de señal) y el histograma.
La clave del MACD es detectar cambios de impulso en el mercado comparando la diferencia entre medias móviles de corto y largo plazo. Cuando la media móvil de corto plazo (por ejemplo, la EMA de 12 días) cruza por encima de la media móvil de largo plazo (por ejemplo, la EMA de 26 días), señala un aumento del impulso comprador. Por el contrario, si la media de corto plazo cruza por debajo de la de largo plazo, indica mayor presión vendedora.
El MACD es un indicador híbrido que combina el análisis de tendencia y impulso. Permite identificar la dirección de la tendencia y su intensidad, lo que lo convierte en una de las herramientas técnicas más utilizadas por traders tanto de acciones como de criptomonedas.
Cuando el histograma se expande, la tendencia a corto plazo se refuerza. Si el histograma se contrae, el impulso pierde fuerza, lo que puede indicar consolidación o una posible reversión. El eje cero resulta especialmente relevante:
El cruce dorado ocurre cuando la línea rápida (línea MACD) cruza por encima de la línea lenta (línea de señal), y suele interpretarse como señal de compra, especialmente si se produce por encima del eje cero, lo que indica una continuidad más sólida de la tendencia alcista.
El cruce de la muerte sucede cuando la línea rápida cae por debajo de la línea lenta, y se considera señal de venta o de toma de ganancias, sobre todo si tiene lugar por debajo del eje cero, lo que suele anticipar una reversión de tendencia o una caída más pronunciada.
El MACD actúa como un indicador rezagado: las señales aparecen habitualmente una vez que el precio ya ha iniciado su movimiento. Para los operadores de corto plazo, confiar únicamente en los cruces puede llevar a comprar demasiado tarde o a cerrar posiciones de forma prematura.
La divergencia se produce cuando el movimiento del precio y la dirección del indicador no coinciden.
La divergencia suele ser una señal temprana de reversión de tendencia. Su fiabilidad mejora al combinarla con el análisis de volumen y niveles de soporte.
En la segunda mitad de 2025, la volatilidad aumentó en la mayoría de los mercados. Por ejemplo, a comienzos de octubre, el MACD diario de Bitcoin mostró un claro cruce dorado: el histograma se volvió positivo y el precio rompió el rango previo, desencadenando un repunte a corto plazo.
En cambio, algunos valores tecnológicos estadounidenses sufrieron un cruce de la muerte de MACD a finales de septiembre, seguido de varios días de caídas continuas. Estos casos demuestran que, tanto en el mercado de criptomonedas como en bolsa tradicional, el MACD puede anticipar cambios en la fortaleza de la tendencia, aunque es imprescindible confirmar las señales con análisis de diferentes plazos temporales y del volumen.
Muchos principiantes compran en los cruces dorados y venden en los cruces de la muerte, pero pueden verse perjudicados por señales erróneas en mercados laterales. Es mejor combinar los cruces con la posición respecto al eje cero y el análisis de líneas de tendencia para valorar la fortaleza de las señales.
Las señales del MACD varían mucho según el plazo temporal. Un cruce dorado en diario implica una tendencia alcista de medio plazo, mientras que uno en 15 minutos puede significar solo un rebote puntual. Es recomendable comparar señales en varios plazos temporales; cuanto mayor sea la coincidencia, mayor será la fiabilidad.
El MACD refleja el impulso del precio, pero sin volumen suficiente, incluso un cruce dorado puede no mantenerse. Los principiantes pueden complementar el MACD con indicadores de volumen o con el RSI para mejorar la precisión de las señales.
Los principiantes pueden dominar el MACD si se centran en tres claves:
El MACD es una herramienta potente para identificar tendencias, pero no es infalible. Los traders experimentados combinan el MACD con el análisis de la acción del precio, los niveles de soporte y resistencia y el análisis de volumen para lograr un enfoque integral. Es recomendable revisar gráficos con regularidad y adquirir experiencia operando en tiempo real.