La red Chia abandona el tradicional "Prueba de Trabajo" y adopta innovadoramente "Prueba de Espacio y Tiempo". Este mecanismo permite a los usuarios "cultivar" tokens utilizando el espacio ocioso en sus discos duros, reduciendo significativamente el consumo de energía, con menores costos operativos y siendo más respetuoso con el medio ambiente.
Usando prueba de espacio para almacenar datos aleatorios, combinada con prueba de tiempo para formar bloques, el proceso de consenso consume muy poca energía. Incluso puede ejecutar almacenamiento de nivel PB en dispositivos de bajo consumo como Raspberry Pi, muy superior a las características de alto consumo energético de las máquinas de minería de Bitcoin, destacando el valor de una Cadena de bloques verde.
XCH adopta un mecanismo de reducción a la mitad similar al de Bitcoin, emitiendo 64 monedas cada 10 minutos durante los primeros tres años, luego reduciéndose gradualmente a 8 monedas para el año 12, y fijando la emisión en 4 monedas por año a partir del año 13. Este diseño de "inflación de cola" ayuda a garantizar la seguridad de la red mientras evita tarifas de transacción excesivamente altas.
XCH se posiciona como un medio de liquidación para el "internet del mercado", con aplicaciones que cubren finanzas descentralizadas (DeFi), identidad digital y emisión de activos (CATs), comercio de emisiones de carbono (en colaboración con el Banco Mundial) y plataformas de stablecoin a nivel nacional (en cooperación con Costa Rica). El número de nodos globales ha superado al de Bitcoin, demostrando una fuerte vitalidad.
XCH representa una nueva dirección en la tecnología de la cadena de bloques, equilibrando la protección del medio ambiente, el cumplimiento y la escalabilidad. Es atractivo tanto para usuarios individuales como para instituciones financieras y es un activo digital de alta calidad que vale la pena seguir.
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