1. Señales regulatorias tras la escalada de jurisdicción en un caso de moneda virtual en Sichuan

En los Casos Modelo de Jurisdicción Escalada del Tribunal Supremo Popular de 2024, publicados el 29 de julio de 2025, el Caso 200—relativo a Wu Mouyuan y otros condenados por operaciones comerciales ilegales—se posiciona como referente y manual para futuras resoluciones. Inicialmente, el caso fue tramitado por el Tribunal Popular del Condado de Muchuan (Sichuan). Dicho tribunal consideró que el caso abordaba la clasificación jurídica de las transacciones de divisas extranjeras mediadas por moneda virtual. Ante la disparidad regional en el entendimiento de la legalidad de los criptoactivos y la controversia sobre su naturaleza jurídica, el caso se trasladó al Tribunal Popular Intermedio de Leshan (Sichuan) para jurisdicción escalada.

Según la investigación de la abogada Pang Meimei, desde 2023, más del 30 % de los procedimientos penales vinculados a moneda virtual y divisas se gestionan bajo jurisdicción escalada o designada. Este dato evidencia que estos expedientes son ahora el centro de atención de las autoridades judiciales, al ser una modalidad emergente de delito financiero, y que los tribunales están fijando directrices claras de actuación. Cuando los criptoactivos se emplean para eludir los controles nacionales de divisas, los jueces investigan la realidad subyacente de las operaciones con activos virtuales—levantando el “velo” y aplicando duras sanciones por infracciones cambiarias. En este caso, el tribunal determinó que Wu Mouyuan y sus cómplices realizaron intercambios de divisas a través del esquema “yuan–USDT–USD”, condenando al principal responsable a 13 años y 6 meses de prisión por operaciones comerciales ilícitas.

2. Análisis legal: ¿Por qué utilizar USDT para el cambio de divisas se considera operación comercial ilegal?

Puede que te preguntes: “¿Si ayudo a amigos a cambiar divisas, en qué consiste la ilegalidad?”

La clave está en el procedimiento: el grupo de Wu Mouyuan ideó un modelo en el que los clientes nacionales enviaban yuan a cuentas designadas. El grupo cambiaba ese saldo a USDT en el extranjero, lo convertía en USD y finalmente depositaba los USD en la cuenta internacional del cliente. Es una cadena de tres pasos: “yuan nacional – USDT internacional – moneda objetivo”, y USDT actúa como convertidor de divisas.

El caso modelo de la Fiscalía Popular Suprema de 2023 señaló que emplear cripto como intermediario para canjear yuan y moneda extranjera equivale, en esencia, a operaciones ilegales de divisas destinadas a burlar la supervisión regulatoria. Incluso sin manejar efectivo extranjero, esta actividad puede constituir delito. En la práctica, se conoce como “intercambio vinculado” o “transacción circular”: en la realidad, es un circuito cerrado de “yuan entra, USD sale”.

El principal acusado recibió 13 años y 6 meses, una condena inusualmente dura para estos delitos. En la práctica, las operaciones ilegales de divisas mediante criptomonedas suelen acarrear penas superiores a las de los bancos clandestinos tradicionales. Más allá de los baremos legales, los jueces ponderan el carácter oculto y el potencial lesivo del método. Por la naturaleza anónima, ágil y global de la moneda virtual, rastrear fondos es mucho más complicado y la percepción del riesgo en delitos cripto se intensifica—lo que conduce a condenas más severas.

3. Formas principales de actividad delictiva vinculada a moneda virtual

Las propiedades descentralizadas y anónimas de los criptoactivos han impulsado el auge de la economía digital y, a la vez, los han convertido en refugio natural para delitos. La abogada Pang Meimei distingue los delitos cripto según el rol del activo virtual en cada modalidad:

1. Delitos que afectan directamente a la moneda virtual: el activo virtual es el objetivo delictivo. El propósito es la apropiación ilícita, replicando hurto o robo convencionales, aunque el objeto pasa de físico a digital. Los delitos habituales son robo, hurto y acceso no autorizado a datos informáticos. Ejemplo: en el caso (2021) Hu 02 Criminal Final Nº 197, el acusado modificó mediante técnicas informáticas la cuenta y los datos de contacto de un destinatario, transfiriendo Bitcoin ajeno a su propio monedero y liquidando el saldo. Esto cumple los elementos de hurto y vulnera la normativa sobre datos informáticos. Finalmente, el tribunal optó por la condena por hurto, reflejando el consenso de que la moneda virtual constituye propiedad.

2. Delitos en los que la moneda virtual es instrumento o canal: aquí el cripto no es el fin, sino el medio, empleado para transferir fondos de forma oculta. Su trazabilidad limitada lo convierte en pieza clave de operaciones delictivas: apuestas, lavado de fondos o colaboración delictiva. Por ejemplo, en el juego ilegal, los casinos internacionales exigen a los apostantes nacionales convertir sus fondos a cripto y enviarlos a monederos específicos. El anonimato bloquea la trazabilidad, y los implicados blanquean el dinero mediante mezclado de fondos o transferencias intercadena. En estos casos, las autoridades consideran la criptomoneda como medio de intercambio o liquidación.

3. Delitos basados en el “concepto” de moneda virtual: generalmente son estafas sofisticadas bajo el disfraz de inversiones disruptivas. Los promotores ensalzan los beneficios del blockchain o la futura revalorización cripto, pero el sistema carece de base tecnológica auténtica. El activo virtual es simplemente un pretexto. Los cargos habituales: fraude, captación ilegal de fondos o esquemas piramidales. Aquí, la cripto es solo un reclamo comercial.

Conviene subrayar que la moneda virtual en sí no es la causante. La tecnología blockchain ofrece potencial real para la autenticación de datos, pagos internacionales y más. El cripto es fruto de la innovación y del cruce legal-financiero: son los infractores quienes lo convierten en herramienta para sus fines ilícitos.

Por experiencia, gran parte de la comunidad Web3 se esfuerza por proteger la reputación de los activos virtuales y crear negocios legítimos. Sea cual sea la modalidad, la normativa sanciona los delitos cripto por el perjuicio real cometido, sin importar la tecnología empleada.

4. Guía para evitar riesgos

Como operador habitual, la regulación debe ser siempre tu base—sin perder de vista la rentabilidad. Se recomienda considerar los consejos de la abogada Pang Meimei como referencia para la protección:

1. Opera siempre en plataformas reguladas y utiliza canales legales. Evita acuerdos privados, mercados clandestinos y operaciones grupales sin licencia;

2. Mantén las operaciones individuales y de bajo importe. Debes conocer la postura de tu jurisdicción—China, por ejemplo, permite el “uso personal”, pero el comercio a gran escala (extrabursátil o servicios de broker) puede considerarse actividad ilegal. Evita transacciones frecuentes o elevadas que puedan interpretarse como negocio. Se recomienda estudiar el Reglamento de Control de Divisas;

3. Registra todas las transferencias y comunicaciones como prueba de que actúas dentro de la ley y en el ámbito personal. En el sector cripto, es preferible mantener un perfil discreto—no difundas inversiones, ni reclutes, ni organices eventos, por mucha experiencia que tengas;

4. Si piensas invertir grandes cantidades o crear un negocio cripto, asesórate primero con un abogado cualificado para valorar la legalidad y los riesgos—la regulación está por encima de la rentabilidad. Antes de iniciar cualquier proyecto innovador, delimita los límites legales, porque lo que consideras negocio puede ser interpretado como delito judicialmente.

Si bien la China continental mantiene restricciones muy severas sobre los criptoactivos, los programas piloto de Hong Kong apuntan a nuevas posibilidades. El impulso de Web3 exige una visión jurídica avanzada. Espero que pronto profesionales y abogados Web3 puedan levantar conjuntamente el “velo” de la moneda virtual.

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